Imagina que tienes un juguete muy grande, tan grande que no puedes guardarlo en tu habitación. Pero en lugar de guardar el juguete en un solo lugar, lo puedes dividir en pedazos más pequeños y guardar cada pedazo en diferentes cajas. De esta manera, puedes guardar el juguete completo, pero en diferentes lugares.
Eso es lo que hace HDFS: divide grandes archivos de datos en pedazos más pequeños y los guarda en diferentes servidores (también llamados nodos) de un clúster de Hadoop. Cada pedazo de datos se llama un bloque, y cada bloque se replica (se copia) en diferentes servidores para asegurar que los datos estén disponibles en caso de que un servidor falle.
De esta manera, HDFS es una herramienta muy útil para almacenar grandes cantidades de datos en un sistema distribuido de manera eficiente y tolerante a fallos. Además, HDFS proporciona un sistema de archivos jerárquico, similar a cómo organizarías tus juguetes en diferentes cajas o estantes en tu habitación.