El Big Data es una tecnología que permite captar, procesar y analizar enormes volúmenes de información procedentes de diversas fuentes, como las redes sociales, los medios de comunicación, las encuestas o los registros públicos. Esta información puede ser utilizada para conocer mejor a los votantes, sus preferencias, sus preocupaciones, sus gustos y sus intereses. Así, se puede diseñar una estrategia política más eficaz, personalizada y adaptada a las demandas ciudadanas. El Big Data política es una herramienta clave para los políticos, los directores de campañas electorales, los gobiernos y las instituciones. Con el Big Data se puede: Identificar los temas que más preocupan o interesan a la ciudadanía, y elaborar propuestas que respondan a sus necesidades y expectativas. Segmentar el electorado en función de diferentes variables, como el género, la edad, la localidad, el nivel educativo o el perfil ideológico, y adaptar el mensaje y el tono a cada grupo. Detectar las tendencias y los
Un día, en 1975, un notario francés de 47 años llamado Andre-Francois Raffray tuvo una idea: buscó a una mujer de 90 años llamada Jeanne Calment [1], sin herederos naturales, y le ofreció un trato: le pagaría 2.500 francos (500€) al mes por el resto de su vida a cambio de, cuando ella muriera, quedarse con el apartamento donde vivía la anciana. Hizo sus cuentas y cuadraban, seguramente la anciana muriera a los pocos meses o como mucho en un par de años y él se quedaría con un apartamento a precio ridículo. Y la anciana viviría sus últimos años con un extra en cash. Todos ganan. Lo que nadie se esperaba es que Calment viviría para ser la persona más anciana de la historia. Murió a los 122 años. Mucho antes de eso, y después de 30 años de firmar aquel contrato chollo, Raffray murió antes de poder disfrutar de aquel apartamento. No solo eso, su mujer se vio obligada a continuar con los pagos, ya que el contrato terminaría sólo cuando muriera la anciana. A la edad de 122 años, se le pagó u